Algo que en ocasiones nos preocupa demasiado es como nos vemos para el verano. Yo como experto en esto de subir y bajar de peso, sé lo que es sentirse vulnerable ante la mirada de los demás. No debemos darle tanta importancia y siempre tomarlo con humor. La poesía de hoy habla de ello, espero que os guste:
Otra vez vuelvo a la XL
y otra vez para el verano.
Maldigo todas las operaciones
que no se llevan a cabo.
De nuevo toca lucir lorza,
¿dónde quedó mi cuerpo serrano?
Como un buen lomo de orza
entre grasa está enterrado.
¡Al que no le guste que no mire!
Y al que le guste tampoco.
A veces, las miradas nos reprimen
aunque por gusto pongan el foco.
¡Menos vergüenza y más respeto!
Eso es lo más necesario.
¡Una cerveza y dos espetos!,
operación, disfrute culinario.
Que disfruten los Cristianos
y que gasten su salario.
Que si fuéramos yankees americanos
todavía nos verían delgados.
Así que no estamos gordos,
solo desubicados.
Somos como tomateras
que por un descuido han crecido
en un lugar apartado