Hoy, junto a otros compañeros, vamos a despedir a mi amigo Salva, que toma el camino de vuelta a su Sevilla natal. Así que Fran kelo con su característico humor ácido me ha pedido que escriba un artículo sobre la procedencia del dicho “Quién se fue a Sevilla perdió su silla”.

¿De dónde procede la expresión “Quién se fue a Sevilla perdió su silla”?

Pues en esta ocasión todas las fuentes cotejadas están de acuerdo en su procedencia, a mediados del XV(15 para los de la LOGSE) los arzobispos de Sevilla y Compostela eran tío y sobrino y curiosamente se llamaban de la misma forma; Alonso de Fonseca.

Para diferenciarlos tan solo usaban los sobrenombres Alonso de Fonseca “el Viejo” y Alonso de Fonseca “el Mozo” pues bien al parecer el más joven solicitó a su tío ayuda, ya que entonces Galicia estaba sumida en unas grandes revueltas y el viejo no le iba a negar nada a su sobrino preferido que siguió sus pasos.

Así que cambiaron los puestos, el arzobispo más experimentado medió en el conflicto y al poco tiempo los problemas se habían solucionado.

Cuál fue su sorpresa cuando al solicitar a su amado sobrino la restitución de su plaza en la cálida Sevilla, este se negó rotundamente.

Por lo visto, el joven se había acostumbrado a la gracia y el salero de los andaluces. Además, le gustaba más el café de la mañana acompañado de un serranito mientras el sol calentaba su sotana que un buen trozo de tarta de santiago. Aunque si por mí fuera no le haría ascos a ninguna de las dos cosas.

Se armó un gran revuelo con partidarios de ambos bandos

Al final, la disputa entre tío y sobrino armó la marimorena y necesitó de intervención por parte del rey Fernando IV de Castilla(4, ya sabéis…) y del mismísimo papa Pío II. Alonso de Fonseca “el Mozo” amaba tanto su nueva ciudad que fue necesaria la actuación armada del Duque de Medina Sidonia y de Beltrán de la Cueva, para restablecer la situación inicial.

Al parecer, muchos de sus partidarios fueron ajusticiados por esta causa (y es que hay que tener cuidado dé a quien se sigue).

Así que el populacho, que por muchas desgracias que cayeran sobre él nunca perdía la sorna, acuñó el refrán que originalmente decía así: “Quién se fue de Sevilla perdió su silla” 

Hoy en día, gracias al progreso y el teletrabajo, a Salva no le pasará lo mismo.

El amigo Salva no perderá su silla, tan solo la cambiará de lugar y aquí de nuevo esperaremos el regreso de hijo pródigo que de seguro volverá a la que una vez fue su casa. 

Poesía de despedida a Salva:

Algo se muere en el alma

cuando un amigo se va

pero yo no pierdo la calma 

porque sé que volverás.


Pero sí, al final la vida 

por otros caminos te desvía

y tus pasos no te llevan al mar

¡Brinda al sol con alegría!


Porque en Málaga 

dejaste a gente 

que te quería,

y lo hacía de verdad.

Fuentes:

https://cvc.cervantes.es/lengua/refranero/ficha.aspx?Par=59398&Lng=0#:~:text=Significado%3A%20En%20un%20sentido%20recto,fue%20a%20Arag%C3%B3n%20la%20encontr%C3%B3.

https://www.diariodesevilla.es/sevilla/origen-dicho-quien-fue-Sevilla-perdio-silla_0_1793221781.html

https://www.abc.es/sevilla/ciudad/20131001/sevi-refranes-sevilla-silla-201309301350.html

https://sevillahabla.com/es/sevilla-habla/quien-fue-a-sevilla-perdio-su-silla

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