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Cuando pensamos en los samuráis, rápidamente los imaginamos con su kimono y la hakama. La hakama era un pantalón largo con pliegues que tenía como objetivo proteger las piernas. Algo así como la vestimenta de Rurouni Kenshin.
Unido a esto, nuestra memoria nos trae la imagen de una Katana colgada al cinto e incluso dos y un cuchillo escondido en el cinturón, las típicas tres armas que muchos de nosotros tenemos expuestas en algún lugar de nuestra casa.
¿Pero realmente la katana era el arma que más usaban los samuráis en sus batallas?
De nuevo he de decirte que no, no lo era.
La principal arma de combate samurái fue el arco y las flechas. Incluso la lanza (llamada yari) tenía un papel más importante en el campo de batalla que la katana.
La mitificación de la espada deriva en gran medida de su utilización como representación del estatus, porque a finales del siglo XVI se publicaron dos leyes que establecían que solo podía ser samurái quien hubiera nacido samurái, y que solo los samuráis tenían derecho a llevar armas en público.
Por ello, muchas veces cuando ves un manga ambientado en la época, los guerreros campesinos portan armas como guadañas u otros aperos de labranza, de hecho algunas armas posteriores fueron desarrolladas a partir de estos aperos.
La katana como símbolo de estatus
Las nuevas familias elitistas samuráis quisieron demostrar su estatus, y una de las formas de hacerlo era yendo por la vida visiblemente armado. Aparte, la katana era más utilizada para duelos individuales o de honor y sobre todo muy efectiva contra gente desarmada.
Es cierto que las katanas, ya con anterioridad, eran objetos muy apreciados y a los que se daba un gran valor, eran, por ejemplo, un regalo común entre la gente poderosa cuando querían agradecer algo, o una recompensa a un guerrero por alguna gesta heroica en el campo de batalla.
Pero esa idea de la katana como parte inseparable del samurái surgió cuando su mera presencia te distinguía como miembro de la clase social hegemónica de la sociedad. Curiosamente, esto coincidió con la época que comentamos en el anterior artículo en la que no había guerras en Japón.
Funcionalidad de la katana
Lo primero, la katana no es una espada, sino un sable de un solo corte, esto quiere decir que solo tiene un filo.
Desde el punto de vista de cualquier artista marcial, como sable es limitado y os explico el porqué, generalmente cuando usamos un arma curva de corte al carecer de doble filo, lo que pretendemos es que sea ligera y ágil, que nos ocupe tan solo una mano y la katana no es así.
Está diseñada para emplearse a dos manos, lo que limita mucho el radio de acción del luchador, lo que la hace efectiva si la utilizas contra otro luchador que se desempeñe como tú.
Pero ineficaz contra luchadores que porten armas más ágiles y de mayor distancia de estoque.
Es cierto que la historia nos dice que la escuela de Musashi indicaba que la katana se usara a una mano y en la mano torpe se usara una kodashi más corta a modo de lucha a dos armas típica de los duelistas españoles, pero no era lo más común ni efectivo.
La falacia del mejor acero y mejores herreros
Otro mito es el que nos dice que el acero japonés era el mejor, nada más lejos, de hecho ni su técnica era comparable a la que se empleaba en la misma época en otras zonas del mundo, la materia prima que poseían eran arenas ferrosas. No comparable a la calidad del hierro que se extraía, por ejemplo, en nuestro país.
Esto hacía que las katanas tuvieran fecha de caducidad y no estuvieran diseñadas para el choque, en un arma blanca es muy importante la flexibilidad, esto hace que no se parta al chocar, si alguna vez habéis tenido un sable japonés en vuestras manos sabréis que ese no es su punto fuerte.
Algo que si es bastante cierto de lo que se ve en los productos audiovisuales es que se partían con bastante facilidad, por lo que os acabo de decir.
¡Ojo! Me estoy refiriendo a las katanas que podían usar los japoneses contemporáneos, a la época de esplendor samurái, no a la que puedas comprar hoy en día en la que la tecnología del templado y estructura del acero se ha globalizado y son mucho más resistentes que a las que me refiero.
Conclusión sobre la katana
El arma fetiche de muchas películas, era bastante ineficaz. Nos queda un arma ornamental o de acción rápida que no puede chocar y que su única utilidad depende de la rapidez del que la porta, si eres más rápido que tu oponente podrías cortarlo antes y acabar con él.
Estoy convencido de que a muchos de los que leáis esto os resulte discutible, pero es así. Podría seguir enumerando defectos de esta arma como su balanceado del peso, pero creo que ha quedado claro lo que quiero expresar.
¿Entonces que armas usaban los samuráis en la batalla?
Yumi
Los samuráis eran diestros en el manejo del arco. Muchos de ellos se entrenaban en el centenario arte del kyudo.
El arte marcial que engloba el uso del arco (Kyudo), arma más conocida en Japón como Yumi. Estas armas fueron el terror de los ejércitos nipones y una de las más mortíferas del campo de batalla.
El Yumi es un arco poco común, hablando dentro de estándares europeos, se caracteriza por ser un arco de grandes proporciones y asimétrico. Su longitud media es de 220cm y su máxima altura se encuentra en la pala superior, mientras que la pala inferior se encuentra recortada, se piensa que para mayor movilidad y uso al cabalgar.
Los guerreros que manejaban estas armas son conocidos kyudokas.
Podemos encontrar dos variaciones importantes dentro del propio Yumi; el arco largo, conocido como daikyu, un arco utilizado sobre todo por la infantería por su gran tamaño, aunque no era raro verlo en samuráis montados.
Y el hankyu un arco corto pensado sobre todo para el combate a caballo por su tamaño reducido.
Yari
La caballería es un bien preciado de los ejércitos en toda historia militar, el combate montado tenía gran importancia en el antiguo Japón, aunque realmente la aparición de esta arma viene debida a la invasión del imperio mongol.
El Yari es una lanza tradicional japonesa de hoja recta de longitud variable, podemos encontrarla de todos los tipos y tamaños, dependía del uso que se le quería dar y el rango de quien la empuñaba.
Se empezaron a fabricar de manera extensiva en el periodo Muromachi (siglo XIV), tomando como referencia a su antecesora, el hoko una lanza cuyos materiales y formas son más básicos, y cuya principal diferencia reside en el encaje entre la hoja y la empuñadura: en el Yari, la hoja se introducía dentro del hueco del bastón de la empuñadura (de la misma manera que una espada), mientras que en el hoko se introducía el bastón dentro de la hoja provocando que muchas armas se partiesen por la mitad.
El Yari tomó tal importancia en el campo de batalla que se convirtió en el arma sobre la que se sustentaba todo ejército, ya que era de fácil manejo pero difícil de dominio y sobre todo, baratas de fabricar.
Aunque grandes generales samuráis destacaron por su uso de la lanza. Entre ellos encontramos al famoso general de Tokugawa Ieyasu, Honda Tadakatsu, el cual bautizó su Yari como Tombokiri(Libélula).
Naginata
La naginata fue un arma de asta larga muy utilizada por la clase samurái, se aprovechaba su alcance para ganar espacio en batalla. Se considera una de las armas más poderosas del Japón feudal y ha sido muy popular en el anime.
La naginata tenía dos versiones, una masculina, ō-naginata y otra femenina, ko-naginata.
La primera era mucho más larga y pesada, ideada para dañar armaduras y sesgar miembros con facilidad; la segunda era más manejable y se utilizaba sobre todo para la autodefensa.
La naginata se compara frecuentemente con la pica europea.
Ambas son armas con aplicaciones militares muy parecidas, existiendo, sin embargo, más posibilidades tácticas en la naginata, que era más manejable, más corta y con la hoja curva, lo que le permitía más posibilidades a corta y media distancia. La naginata requería una gran fuerza para su correcto manejo, existiendo el juego con el centro de gravedad para lanzar movimientos ágiles aprovechando la inercia de cada golpe.
En el periodo Edo (1603-1868) la naginata dejó de emplearse en las grandes batallas y quedó relegada a una posición más honorífica.
En su lugar, el yari antes mencionado, tomó su posición. Las desventajas de la naginata son precisamente el gran tamaño de su hoja y el gran espacio que necesita para blandirse; esto hacía difícil organizar grandes grupos de soldados sin dañarse entre sí. El yari era más “especializado” y permitía tropas más numerosas para enfrentar a la caballería.
Hasta aquí este artículo sobre este tema tan extenso, en próximas entregas hablaremos del seppuku, los samuráis más famosos e incluso las pruebas que realizaban a sus armas.
Como siempre todo lo que aquí comento es discutible, no son dogmas de fe lo que comparto, tan solo una visión diferente de las cosas que damos por ciertas, a mí me gusta conocer siempre las dos versiones de un mismo tema y pensar que la verdad se encuentra en un término medio.
Espero que os guste el artículo. Un saludo y muchas gracias por leerme.