El otro día, mientras disfrutaba de un momento de poca actividad cerebral, me tope con un video que hablaba del origen del gesto que nos ocupa. En él se afirmaba que su origen databa de la guerra de los 100 años, además el autor de dicho video hizo hincapié en llamarla la guerra de los 116 años, que fue su duración real, reforzando así su credibilidad. Yo tenía entendido que el gesto era aún más antiguo, así que me puse a indagar y aquí comparto con vosotros mis pesquisas.

Su origen más aceptado fue un “regalo” de Aristófanes para Sócrates en su obra satírica las nubes, en dicha obra su autor criticaba a los filósofos de la época que a su juicio llenaban la cabeza de los jóvenes de tonterías (gilimoneces, si eres lector asiduo). Este gesto, especialmente dedicado al fundador de la filosofía moral, representaba un falo.  Si os fijáis bien tiene cierta forma parecida al premio gordo, acompañado de sus dos aproximaciones que diría Calico Electrónico.

La sociedad Griega no es que tolerara o fomentara la homosexualidad, es que ni siquiera la contemplaba para ellos, era común disfrutar del aliento de un varón en la nuca, pero con ciertas reglas que de no ser cumplidas podían poner en duda tu masculinidad.

No, no es la regla de cero besitos, no, la realidad es aún más turbia porque realmente lo que los griegos aceptaban no era la homosexualidad como tal, sino más bien la pederastia.

Para los griegos era una etapa indispensable de la educación de los jó­venes, al menos entre aristócratas. Algo así como para dar a entender que en la vida adulta siempre habrá alguien que te quiera dar tras tras por detrás. Dependiendo de la ciudad estado que se tratara, las costumbres eran distintas, pero siempre un adulto tomaba a un joven como su protegido, sobre todo cubría su retaguardia, lo enseñaba e instruía en diferentes cuestiones, además de compartir lecho. Ser elegido era considerado un honor para el muchacho.

Por las fuentes que he leído puedo entender que al dedicarle este gesto la intención del autor era colocarlo del lado sometido de la pareja, algo que no estaba bien visto. Después en la intimidad sabe dios que es lo que pasaba.

Los romanos también usaron este gesto.

Los latinos originales lo renombraron como el dedo impúdico. Este era comúnmente utilizado por los prostitutos para que sus clientes supieran que estaban disponibles.

Al parecer, Calígula lo empleaba a modo de insulto para aquellos que se postraban para besar su anillo.

El origen británico que nombraba el video.

Los ingleses lograron una importantísima victoria en Agincourt, dentro de las batallas comprendidas en la guerra de los Cien Años. A pesar de que los franceses les superaban en número. Los ingleses eran diestros arqueros, y antes de la batalla los franceses amenazaron con cortarles el dedo índice y el corazón a para que no pudieran emplear su arma fetiche nunca más.

Sin embargo, la batalla no fue bien para los franceses. El terreno, embarrado, hizo que los caballos quedaran encallados algunos o en su defecto que se ralentizaran las cargas de caballería, que fueron un completo desastre y quedaron a merced de los proyectiles certeros de los habitantes de la pérfida Albión, aniquilados por sus enemigos los franceses no pudieron cumplir su amenaza. Tras la victoria, fueron los ingleses quienes se mofaron de los franceses enseñándoles el dedo índice y el corazón, gesto que después derivó en la conocida peineta.

A día de hoy, gracias a la globalización generada por los medios audiovisuales, es un gesto reconocido en todo el mundo libre. Usado sobre todo en ese ambiente en el que todos nos transformamos en energúmenos intolerantes, ¿el futbol? No, me refiero a ese momento diario cargado de estrés y palabras soeces que se produce cuando transitamos en coche.

Bueno, una vez más me despido agradeciéndoos el tiempo invertido en la lectura de este artículo. Un saludo a todos y muchas gracias por leerme

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