Al hilo del anterior artículo de esta serie quiero hacer referencia hoy acerca de aquellas mujeres que como María pita se destacaron en la defensa de su ciudad. Estas no alcanzaron el reconocimiento logrado por su paisana y es que no estuvo sola María en su Azaña, otras mujeres menos conocidas quedaron fuera de los escritos, pero su valor en dicha contienda resonará en la eternidad.

Contexto histórico

En el anterior artículo ya nos pusimos al día del porqué de esta batalla, pero prefiero volver a explicarlo para que no quede incompleto este. De todas formas podéis leer el anterior aquí.

La batalla de la Coruña, en la cual se destacaron estas mujeres, fue una batalla dentro del marco de la guerra angloespañola (1585-1604). Una guerra que se produjo por varios factores: el creciente poder de la monarquía hispánica (y digo monarquía y no país, puesto que la idea de patria es muy posterior) que como ya dije en otro artículo se habían anexionado los territorios portugueses. El tema religioso, España, defensora del catolicismo frente a Inglaterra, abanderada del protestantismo, Felipe II, había firmado el tratado de Joinville en 1584 con la Santa Liga de París a fin de combatir el protestantismo de Isabel I de Inglaterra, que había sido excomulgada por el papa Pío V. También teníamos en liza la sana costumbre inglesa de afanar lo que no es suyo y enmascararlo con propaganda (para ellos el fin justifica los medios y a las pruebas me remito). La reina comenzó a surtir a sus piratas de patentes de corso, que no era otra cosa que legalizar la pillería para que asaltaran las plazas y barcos españoles a fin de empobrecer a unos y enriquecer a otros.

La guerra comenzó tras una serie de ataques del corsario sir Francis Drake, que saqueó Vigo y Santiago de Cabo Verde. Intentándolo también en otras plazas, siendo rechazado por los españoles. Cruzó las Indias capturando Cartagena de Indias, por cuya devolución exigió un rescate, provocando un casus belli más que justificado en contra de la corona inglesa.

Drake continuó sus ataques durante 1587 atacando plazas situadas en Cádiz y Portugal.

Al año siguiente, ocurren los hechos del ataque de la famosa Armada Invencible. Tan proclamada por la propaganda sajona que al mando de un señorito que poco sabía del mar y más preocupado por huir que por cumplir con su cometido, rodeó Inglaterra, provocando que los barcos menores que lo seguían se estrellaran contra las rocas por la fuerza de un mar para el que no estaban diseñados. (Esta es la conclusión que yo saco de las distintas fuentes que he disfrutado). En las costas inglesas los españoles que lograban sobrevivir fueron pasados a cuchillo por las gentes de Inglaterra sin piedad alguna, salvo en Irlanda que ayudó a alguno de ellos y otros que incluso hicieron vida allí.

Mientras tanto, Isabel I aprovechó la ocasión para lanzar su propia ofensiva contra España y Portugal. Así nació la llamada Contraarmada, que tenía como objetivos principales tomar Lisboa y coronar a don Antonio, prior de Crato, nieto de Manuel I de Portugal.

El 4 de mayo de 1589 una flota inglesa de más de 150 barcos y 23.000 hombres desembarcó en la costa gallega con intención de saquear y arrasar la ciudad de La Coruña. Los ingleses venían con sed de venganza. Francis Drake, se disponía a poner en jaque a su enemigo Felipe II. No solo iba a devolverle la “visita” a sus tierras, sino que se disponía a arrebatarle la corona portuguesa.

La ciudad de La Coruña estaba prácticamente indefensa ante el ataque inglés. La mayoría de sus soldados y milicianos habían partido hacia Lisboa para reforzar la defensa portuguesa. Solo quedaban unos pocos cientos de hombres armados y una escasa artillería para hacer frente a los miles de invasores. Sin embargo, lo que no faltaba era el valor de sus habitantes, especialmente el de las mujeres coruñesas, que se unieron a la resistencia con armas improvisadas y una gran determinación.

La Coruña movilizó a hombres, mujeres y niños que se atrincheraron en la plaza. En un primer momento, las mujeres ejercían labores de apoyo y aprovisionamiento a las tropas, pero la situación desesperada en la que derivó el asedio obligó a todos sus habitantes a luchar contra el enemigo. Cuando las fuerzas empezaban a disminuir y el ánimo de los coruñeses se desvanecía, María Pita mató al alférez inglés y le arrebató su bandera. Dicen algunos que fue por la rabia sentida tras el asesinato de su marido en pleno asedio que María agarró una lanza y terminó con su vida.

María Pita se alzó entonces en abanderada de los suyos al grito de “Quien tenga honra que me siga”. Convertida en heroína, continuó luchando hasta que los ingleses se retiraron de sus costas y pusieron rumbo a Lisboa, donde tampoco conseguirían su objetivo de destronar del trono luso a Felipe II.

Inés de Ben, la otra cara de la moneda, representante del resto de guerreras de la coruña.

Inés de Ben: era una mujer humilde que tenía un negocio de mercería y de quincallería en la Pescadería coruñesa. Durante el asedio inglés, aportó suministros de su tienda para las tropas españolas y ayudó a reconstruir las murallas. Fue herida por dos disparos y quedó parcialmente ciega. Su tragedia no queda ahí, su marido murió en los primeros compases de la batalla, quedando ella viuda e impedida. Su tienda fue saqueada y murió en la indigencia. Mucho insistió en que se reconociera su aportación en la defensa, pero no tuvo la suerte de ser reconocida como su otra compañera.

Evidentemente otras muchas mujeres lucharon aquel día por la defensa de sus hogares, sus familiares y su propia libertad, pero poco se sabe de aquellas que quedaron fuera de memoria colectiva, no por ello hay que obviar su valentía. Hoy hago un brindis al sol para honrar su memoria. Espero que os haya gustado este artículo y muchas gracias por leerme:

A principios del mes de mayo de 1589, reinando en España Felipe II, se hallan los habitantes de la Coruña entregados a sus ocupaciones ordinarias, sin imaginar que una escuadra británica de ciento cincuenta naves, con un ejercito de veinte mil hombres al mando del famoso corsario Francis Drake, navega dispuesta a apoderarse a todo trance de la ciudad. A pesar de la enorme desproporción de fuerzas, la Coruña se dispone a una desesperada lucha. Ciudadanos y griegos, soldados y Maria nos, Hidalgo y clérigos, ricos y pobres, hombres y mujeres, todos toman las armas para plantar una tenaz resistencia en defensa de sus familiares y hogares, destacando entre todos ellos un joven mayor Fernández Pita, quién pasaron a la historia con el nombre de María Pita, convertida en sínbolo de la lucha y libertad.

La Grande y Felicísima Armada de Felipe II se hunde frente a las costas inglesas presa del desatino, condenando la empresa encomendada por el rey de las Españas de conquistar Inglaterra, en manos de la herética Isabel I. La Reina Virgen no dudará en aprovechar esta debacle como una oportunidad inmejorable de tomar ventaja en su enfrentamiento con España, formalizando así su más ambiciosa armada de guerra, para derrocar al rey español apoyando la sublevación desde Lisboa. El 4 de mayo de 1589, las primeras velas de la armada inglesa son vistas desde Estaca de Bares. En su camino hacia Lisboa, la intención de los ingleses es arrasar con los puertos españoles más débiles y peor resguardados. La Coruña será el puerto elegido para acometer su primera incursión. Sin embargo, poco podían adivinar los invasores que una simple y mera carnicera será el germen de la resistencia coruñesa, y la causante de su más aciaga y amarga derrota.

Gran libro de Narración Histórica. Relación Histórica del sitio puesto por los ingleses a la ciudad de la Coruña el 4 de mayo de 1589/ Voto de la ciudad de La Coruña / Poesías en honor a María Pita.

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