Qué complicada es la realidad cuando nuestra situación cambia, sobre todo si aún eres un joven activo y te sobreviene una situación que no esperas. Pero bueno, al final lo único que nos queda es mirar hacia delante e intentar ser nuestra mejor versión dentro de nuestras posibilidades. Poco podemos hacer, salvo aceptar nuestra situación y a nosotros mismos. Esta poesía habla de un cambio de vida y de la necesidad de focalizar tus esfuerzos en lo realmente importante. Espero que os guste:
Corazón remendado que vuelves a latir, no llores por el pasado que no vas a revivir. Un motor arreglado pierde caballos, es cierto, pero sigue funcionando y al final lo que importa es esto. Más triste sería ser solo un recuerdo en la mente de tus hijos desgraciados. Un simple extraño en sus fotos de pequeños, un suspiro en la memoria que se pierde con el tiempo. No quieras ser recuerdo que se esfuma en la memoria de unos niños desdichados, que solo te ven en fotos de su cuna y que te lloran con sus ojos anegados. No seas como hoja que el viento arrastra y que al antojo suyo va y viene sin destino. Que no puede volver al árbol que la alumbra, ni acompañar a los retoños en el camino. Viento que no te deja volver a su lado que no te deja guiar sus juegos traviesos que tengan que despedir a su padre amado con lágrimas en sus ojos y en su boca un último beso.